15/12/18

Christmiopía #15. Journal: calamares, lentejuelas y cristales rotos



Esta semana no es que haya sido la semana de mi vida, pero oye, no me puedo quejar: ha habido niebla, lluvia y frío y eso ya es motivo suficiente para sonreír.

El trabajo ha sido agradable, así como los compañeros y los últimos planes para la cena de Navidad del departamento.

En casa las cosas han estado tranquilas y Obi tan revoltoso como siempre.


El jueves quedé a tomar café por la mañana con R., y hablamos mucho y de  muchas cosas; de mayores, de pequeños, de familias, de estantes para los armarios y naranjas de Málaga.

Luego hice en casa LA GRAN LIMPIEZA DE FIN DE AÑO.

Porque es importante terminar el año con la casa limpia, los cristales lavados, las toallas cambiados, las sábanas suaves y el edredón mullidito. Y también porque me gusta aprovechar las vacaciones para hacer súper limpiezas.

También ese día mi lámpara decidió suicidarse, lanzándose de la mesilla al vacío; me corté un pie, llené todo el suelo de la casa de sangre y me asusté un poco. Pero luego salió todo bien.

El viernes fui de compras navideñas con Moon, y tras horas y horas de interminables vueltas al centro comercial, finalmente conseguimos la mayoría de nuestros regalos. No todos, pero aun así consideramos que fue un gran éxito. Eso sí, volvimos muy indignadas con la moda, las lentejuelas y la falta de vestidos decentes de Nochevieja.


Por la noche quedé con M. a ver las luces navideñas, a encontrar el mejor gorro navideño del mundo (el calamar gay sin duda) y a beber cerveza, descubrir la tienda más bonita de Madrid y un bar donde nos sentimos como auténticas reinas guapísimas.

Para el fin de semana no tengo grandes planes: ver Juego de Tronos con Jose, descansar y comer chocolate sola, y pizza con Moon y Alba. Y me es suficiente.

Como ya os dije el jueves, la felicidad son las cosas pequeñas. 
¿Y vuestra semana qué tal ha ido? 😊

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