Ayer fue Nochebuena y hoy Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar. Qué bonito el espíritu navideño español, promoviendo el alcohol.
Ojo, que no estoy a favor del alcohol en su
justa medida siempre y cuando no sea un problema; simplemente me parece curioso
que lo mencione un villancico tan claramente.
Villancicos y alcohol aparte, mi nochebuena
ha sido poco navideña.
Ayer me desperté pronto, porque el sábado
escuché a Jose decir que le gustaría leerse un libro y claro, tan emocionada
estaba que tenía que correr a comprarlo a mi librera de confianza. Además,
estaba el gato quedándose sin comida y claro, pues tocaba mañana de recados.
En el trabajo reconozco que fue una tarde
muy tranquila y lo pasamos muy bien: entre comida que trajeron los compañeros,
gorros de fiesta de los jefes y algún que otro brindis con cava.
La cena exquisita, como siempre en esta
fechas. Típicas conversaciones “Si es que siempre hay demasiada comida”, “En
Nochevieja cenamos un huevo frito”…
Después nos repartimos los regalos. Sangre
y Fuego, World War 3 y un collar de los Targaryen para Jose; y dos libros y mi
película favorita en DVD para mí.
¿La única pega de la noche? Que no pude
quedarme toda la noche despierta leyendo ya que el deber no perdona y yo tenía al
día siguiente una cita ineludible a las 08:30h con un taxi que me llevaría al
trabajo.
Y vosotros, ¿qué tal habéis pasado la Nochebuena? 😊
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