No recuerdo cuantos años tendría la primera vez que mi madre nos propuso hacer galletas de Navidad, lo mismo pudieron ser 10 que 16. Pero lo que sí recuerdo es lo muchísimo que me encantó. Supongo que si tenemos en cuenta que se juntaban la navidad y la repostería (dos cosas que me volvían, y vuelven, loca) en una única actividad, no es de extrañar.
Por eso,
aunque hace ya unos años que no vivo con mis padres, las galletas de Navidad es
algo que raramente falta en mi casa en esta época del año.
INGREDIENTES
(Para unas
3 bandejas de horno, o una caja de galletas tamaño estándar)
125 gr de
mantequilla a temperatura ambiente
250 gr de
harina + unos 20 gr para espolvorear la mesa
120 gr de
azúcar glacé (aunque el normal nos vale también, y salen igual de ricas)
70 gr de
almendras en polvo
1
cucharadita de canela en polvo
3 pizcas de
jengibre en polvo
2 pizas de
sal
1 punta de
cuchillo de levadura
1 huevo
entero + 1 yema para pintar
PREPARACIÓN
Cortamos la
mantequilla en dados, y si es necesario, la metemos 15 segundos al microondas.
En una ensaladera algo grande, ponemos la harina, hacemos un nidito y en el centro echamos el azúcar, las almendras, la canela, el jengibre, la sal, la levadura y los dados de mantequilla.
Trabajamos con los dedos, los ingredientes del centro del pozo, para que se vayan juntando, y poco a poco añadimos la harina de los alrededores.
Amasamos con los dedos la mezcla.
Añadimos el huevo y seguimos amasando, esta vez con las manos.
Formamos una bola, la envolvemos en film y la dejamos reposar una hora para que crezca, en un lugar fresco y seco. (Este paso es opcional, porque sin él, las galletas salen igual de ricas y sabrosas).
Una vez reposada (si hemos decidido incluir este paso), encendemos el horno a unos 180ºC. Dependiendo del horno, igual puede ser demasiado, así que, si vuestro horno calienta bastante, serviría con unos 150ºC.
Vamos cortando trozos de masa, extendiéndolos sobre la mesa previamente enharinada (o encimera, o cualquier otro sitio donde vayamos a hacer las galletas) y alisamos con el rodillo hasta que tenga aproximadamente unos 0,5 cm de grosor.
Ponemos
encima de una bandeja de horno, papel vegetal.
Cortamos las galletas, las ponemos sobre la bandeja y pintamos con la yema.
Horneamos unos 12 minutos aproximadamente y cuando veamos que cogen un precioso y sabroso color dorado, las sacamos, dejamos reposar un momento, ¡y ya nos las podemos comer!
¿Qué os ha parecido la receta? ¿Sois de hacer galletas en vuestra casa? Y si no es así, ¿a qué esperáis para empezar? 😋
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